jueves, 15 de octubre de 2015

No conforme a ESTE mundo

Si hubiese una sola vida, una sola, un solo momento y después viniera la muerte... Entonces SI:
¡Comamos y bebamos que mañana moriremos!

... Pero... PERO estoy segura que en mas de una manera podemos ver y comprobar y creer que hay mas. Que ESTA vida, esto que tenemos, que somos, que vemos ahora... no  lo es todo.
Hay, estoy segura, algo más que el ego humano en esta vida. Algo mas de lo que YO merezco, lo que YO quiero, lo que YO anhelo, lo que YO tengo, lo que es MIO, lo que YO deseo, a lo que YO TENGO DERECHO... Estoy segura que hay mucho más de lo que yo misma puedo ver o imaginar para mi.

En esta vida, yo solo he sabido de dos personas que, rodeadas de testigos presenciales, nacieron, vivieron Y murieron... y luego de 3 días, resucitaron. Uno de ellos, seguro es, volvió a morir. El otro, SIGUE vivo.

Hay muchos que nos dicen, nos cuentan, tratan de enseñarnos, a estar en paz, con otros, conmigo mismo, con mi perro, con el vecino. A ser feliz aquí y ahora, que esta vida lo merece y para eso es, y es lo único por lo que vale la pena vivir.

Sin embargo, todos ellos murieron, o van a morir. Exactamente como decía el maestro Ajax en la universidad: -Se van a morir...- Y si. Lo único seguro y garantizado en esta vida, es la muerte.
Pero entonces... ¿Ahí acaba todo? ¿Hasta ahí llega todo tu esfuerzo, tu trabajo, tu preparación, los esfuerzos de tus padres, de tus maestros, tus desvelos? Ese amor manifestado (bien, mal o  mas o menos) a tu familia, a tus padres, tus hijos, tu pareja...¿llega solamente hasta la tumba? ¿No hay mas? En este vasto y grandioso universo, donde somos una NADA, la vida del hombre encuentra encuentra su fin... ¿con la muerte?

Mi creencia y experiencia personal es que: solo aquel que ha 'experimentado' algo, tiene autoridad para venir y decirme como hacer yo para pasar por la misma experiencia. Y si lo que quiero es ver mi vida satisfecha y 'prolongada' mas allá de las barreras de la tumba, solo hay UNO que puede decirme como hacerlo.

Ya lo sé. A mis 45 no estoy descubriendo el hilo negro. Pero SI puedo decir: Si la vida comienza a los 40, luego entonces, a los 45 ya aprendí a leer, escribir, experimentar. Ya puedo empezar a comprobar mis Teorías y mantener/defender mis hipótesis.

A los 45 ya puedo decir: Estoy lista para vivir esta vida en plenitud, sin ataduras, sin prejuicios. Estoy lista para lo que venga, incluso, después de morir. Porque SE el fin que me espera.

Ya lo dijo Pablo: Cada día muero.

martes, 16 de junio de 2015

El café

Lo único que había visto (y hacía años ya) era el café de sus ojos. Y al toparse de nuevo con ellos, creía haber resucitado el amor, que mas de 30 años atrás, había plantado en su primer beso. Sin embargo, parecía que tenía su vida 'arreglada' y no tenía intención de hacerle mas cambios que los del 'curso natural' de la misma. Pero, cada vez que hablaban, sin hablar nunca,pues con los avances de la tecnología la voz había pasado a segundo plano, sabía que "algo" estaba en riesgo de cambiar... y no sabía si la idea le asustaba, le entusiasmaba, o le era simplemente indiferente.

Iba tomando decisiones, como todos, día a día. Nunca había aprendido a hacerlo de otra forma, y, aunque hasta el momento no había tenido 'mayores complicaciones', no estaba en sus planes hacer frente a este repentino 'encuentro' con planes elaborados, ni abstención de sorpresas... aunque los engranes de su cabeza no dejaban de girar y girar y girar.

Cada mañana era como la anterior, café, libro, desayuno, trabajo... ¿era eso suficiente para las mañanas? Días pasaban sin que supiera nada, podían pasar semanas sin  ninguna novedad. Pero de pronto, ¡zas! algo pasaba y su día se agitaba, se turbaba, y el resto de la mañana se iba como agua hasta llegar al sueño. Y el sueño, que regularmente era sereno y tranquilo (excepto por la repentina lluvia torrencial acompañada de truenos y relámpagos), se convertía en un sueño inquietante y que le llenaba de nubes la cabeza.

Tenía por costumbre la estabilidad, al menos la emocional y propia. Siempre se había alejado de quienes habían atentado contra esta. Y cuando no se había alejado... bueno, ahí estaban las cicatrices de prueba. Con el paso de los años, eso no había cambiado. Prefería tener el control y evitar las sorpresas. Pero esta ocasión, se veía venir la tormenta, el caos, era inevitable. Nada le aseguraba que saliera ileso, pero tenía bien puesto en su mente y en su corazón que no se dejaría llevar tan fácil, daría batalla y tenía todos los argumentos listos para defender su postura y mantener su estabilidad intacta.

Por otra parte...