martes, 7 de enero de 2014

En quien confiaré

Pues no lo puedo creer, pero a 7 días de iniciado, el 2014 ya me ha dado algunas sorpresas, no muy gratas por cierto. Pero se agradece. Eso quiere decir que no le 'valió' al año que no le tenga yo miedo y decidió 'venirse' con todo.

Ni mas pobre ni mas rica. Sin trabajo no significa en la calle y sola nunca he estado así que no tiene por que ser diferente ahora aunque no este, digamos, 'físicamente' acompañada.

Estoy viva. Tengo razones de sobra para vivir y no voy a dejar que una tontería me cambie la rutina ni me haga la vida pesada. Yo SÉ en quien he confiado.

El sábado por la mañana iba yo en la carretera pensando: No tengo trabajo, no tengo dinero... pero no puedo depender de otros para sostenerme. No puedo depender de fulana o mengano para que me den trabajo. Siempre hay algo que puedo hacer y siempre puedo sacar a mi hijo adelante. No necesito nada ni a nadie, sino solo al que tiene TODO EL PODER y al que SABE TODAS LAS COSAS y que esta en TODAS PARTES: Dios. No hay mas. Mi confianza esta puesta en Dios que es el que me sustenta y ademas (por si fuera poco), me ama como nadie, nunca y de ninguna forma, me puede amar.

Y nada pues, que por la tarde del sábado, esa confianza, esa 'declaración' de confianza y dependencia de Dios fue sometida a prueba. (Y dicho sea de paso, había yo leído esa mañana una parte de la historia de Job...). Y nada pues, me probaron y ahora, después de haber sido 'violentada' de manera verbal por teléfono por un desgraciado (SI un des-graciado porque en pocas palabras no conoce ni sabe de la gracia de Dios) me encuentro con un volcán en erupción, sin equipo de sobrevivencia, sin entrenamiento para emergencias, sin oxigeno extra.

Eso es, como quien dice, estar bajo el agua sin tanque de oxigeno... pensando en que momento te van a dejar salir del agua... y nada, no te dejan. Estas ahí abajo, viendo tu vida pasar en segundos (según dicen). Sintiendo que no tienes ni tiempo ni fuerza para salvar nada, ni tu vida misma.

Y entonces: Brilla una luz. El túnel clarea. Y te das cuenta en un parpadeo que NO estas sola, que TU NO necesitas (ni puedes) salvar tu vida. Te das cuenta que estas fuera del agua, por completo. Y con los ojos limpios. No tienes basuras que te impidan ver, no hay estorbos que te impidan caminar.

Lo que SI hay: montones de almas alabando a Dios por SU magnifica obra: TU SALVACIÓN... literalmente. Montones de almas agradeciendo a Dios por SU increíble gracia: TU LIBERTAD... no hay yugos. Montones de almas levantándote, mostrándote, acompañándote, por ese camino que pare imposible de caminar pero que sabes que tienes que seguir, que es tuyo. No que los hayas merecido, o labrado, o trabajado: ha estado ahí para ti siempre. Solo te corresponde seguirlo.

Así pues, NO me he equivocado en poner mi confianza en Dios. Porque EL no me va a fallar, no me va dejar morir, no me va a abandonar. Y así me lo ha demostrado.

A 7 días de iniciado el año, le repito: Venga, no tengo miedo, estoy lista para terminar el año tal cual debe.