Conocí hace tiempo a un gitano que me inspiro, entre otras cosas, a escribir unos cuentitos cortos... a veces bien cortos.
De gitanos que no duermen pero sueñan con largas piernas que los abrazan y los transportan a reinos de princesas con dulces labios y oscuros ojos.
De princesas desveladas que imaginan que se enredan, en las largas cabelleras, a gitanos como hojas que bailan en el viento y las transportan con su música a los sueños mas lejanos.
Y ya.
viernes, 20 de enero de 2012
sábado, 7 de enero de 2012
Los silencios
Se me fue el año sin darme cuenta, no mas me dí cuenta de como ha crecido mi niño y de como me ha faltado tiempo para darle seguimiento al crecimiento.
Pasó la Navidad con el alboroto general que trae consigo, y nosotros dormimos, el bebe es aun muy pequeño para darse cuenta de lo especial del día. De lo que sí se dió cuenta fue de la llegada de los abuelos, a que contento se puso el crio! Toda la semana anduvo atento, la primera noche no se quería dormir, no fuera a ser que se le fueran los abuelos!
Así pasó la semana, entre que trabajamos y atendemos desconocidos y tratamos también de atender a los abuelos... y al crio que pega la carrera no mas ve la puerta abierta.
Y en medio del alboroto de que se acaba el año y empieza otro, nosotros hacemos silencios para tratar de guardar la paz que estas fechas traen consigo, tratando que dure lo mas posible, tratando de evitar a los inevitables y escandalosos vecinos que tienen a bien celebrar sus cumpleaños de 6 de la tarde a 6 de la tarde del día siguiente, con sonoro mariachi, banda, regueton y para rematar 'kareoke' a las 3 de la mañana; y por si la cantada no es lo suyo, no se apure que también sirve el aparato para que nos cuente sus mejores chistes aunque no tenga usted pizca de gracia.
Asi con con todo, ya sin los abuelos y de vuelta a la rutina, sigue el trabajo (atendiendo extraños que luego se vuelven un poco mas familiares) y seguimos haciendo silencios, esperando en este silencio de la noche que un día salga el sol y finalmente me diga: Mama...
Pasó la Navidad con el alboroto general que trae consigo, y nosotros dormimos, el bebe es aun muy pequeño para darse cuenta de lo especial del día. De lo que sí se dió cuenta fue de la llegada de los abuelos, a que contento se puso el crio! Toda la semana anduvo atento, la primera noche no se quería dormir, no fuera a ser que se le fueran los abuelos!
Así pasó la semana, entre que trabajamos y atendemos desconocidos y tratamos también de atender a los abuelos... y al crio que pega la carrera no mas ve la puerta abierta.
Y en medio del alboroto de que se acaba el año y empieza otro, nosotros hacemos silencios para tratar de guardar la paz que estas fechas traen consigo, tratando que dure lo mas posible, tratando de evitar a los inevitables y escandalosos vecinos que tienen a bien celebrar sus cumpleaños de 6 de la tarde a 6 de la tarde del día siguiente, con sonoro mariachi, banda, regueton y para rematar 'kareoke' a las 3 de la mañana; y por si la cantada no es lo suyo, no se apure que también sirve el aparato para que nos cuente sus mejores chistes aunque no tenga usted pizca de gracia.
Asi con con todo, ya sin los abuelos y de vuelta a la rutina, sigue el trabajo (atendiendo extraños que luego se vuelven un poco mas familiares) y seguimos haciendo silencios, esperando en este silencio de la noche que un día salga el sol y finalmente me diga: Mama...
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